La gripe A, causada por el virus Influenza A (H1N1), es una infección respiratoria aguda que afecta a personas de todas las edades y se propaga fácilmente a través de gotículas que se emiten al toser, estornudar o hablar. Aunque muchos casos cursan de forma leve, puede causar complicaciones graves en grupos de riesgo, lo que hace que su diagnóstico y detección temprana sean esenciales.
¿Qué es la gripe A (H1N1)?
El virus Influenza A (H1N1) pertenece a la familia Orthomyxoviridae y se caracteriza por las proteínas de su superficie: hemaglutinina (H1) y neuraminidasa (N1).
Esta cepa cobró especial relevancia durante la pandemia de 2009, cuando una variante del virus combinó genes de origen porcino, aviar y humano. Desde entonces, el H1N1 continúa circulando de manera estacional y forma parte de las cepas incluidas en la vacuna anual contra la gripe.
El periodo de incubación suele ser de 1 a 4 días, y la enfermedad puede transmitirse desde un día antes del inicio de los síntomas hasta una semana después.
Síntomas más comunes
Los signos y síntomas suelen parecerse a los de la gripe estacional, aunque en algunos casos pueden ser más intensos:
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Fiebre alta y escalofríos
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Dolor muscular y articular
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Dolor de cabeza
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Tos seca y dolor de garganta
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Fatiga o malestar general
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Congestión nasal
En algunos pacientes, especialmente en embarazadas, personas mayores o con enfermedades respiratorias, pueden presentarse complicaciones como neumonía o insuficiencia respiratoria.
Diagnóstico y detección en laboratorio
El diagnóstico clínico suele basarse en los síntomas y en el contexto epidemiológico, pero la confirmación se realiza mediante pruebas de laboratorio.
Métodos de detección más utilizados
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Pruebas rápidas de detección de antígenos (RIDTs)
Estas pruebas identifican antígenos del virus de influenza A y B a partir de muestras respiratorias, como hisopados nasales o faríngeos.-
Ventaja: resultado rápido (15-30 minutos).
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Limitación: sensibilidad moderada (50–70 %).
Por ello, un resultado negativo no descarta completamente la infección.
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RT-PCR (reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa)
Es el método de referencia o “estándar de oro” para la detección del virus H1N1.
Permite identificar el material genético del virus con alta sensibilidad y especificidad, e incluso diferenciar entre subtipos.
En el laboratorio, se realiza a partir de una muestra respiratoria (nasofaríngea u orofaríngea) adecuadamente conservada y transportada. -
Cultivo viral y pruebas serológicas
Se utilizan con menor frecuencia en diagnóstico clínico, pero son útiles para estudios epidemiológicos o de confirmación en laboratorios de referencia.
El papel de la analítica
En una analítica de sangre convencional pueden observarse signos de infección viral —como linfocitosis o aumento de marcadores inflamatorios—, aunque por sí sola no confirma la presencia del virus. Por eso, el diagnóstico específico siempre requiere pruebas directas sobre muestras respiratorias.
Prevención y control
Las medidas preventivas son esenciales para reducir la transmisión:
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Vacunación anual, especialmente en grupos de riesgo.
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Higiene respiratoria: cubrirse al toser o estornudar.
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Lavado frecuente de manos con agua y jabón o soluciones hidroalcohólicas.
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Evitar el contacto cercano con personas enfermas.
En entornos clínicos y de laboratorio, es clave seguir protocolos de bioseguridad y manipular las muestras en condiciones controladas.
Conclusión
La gripe A (H1N1) continúa siendo un reto de salud pública, pero su diagnóstico es cada vez más preciso gracias a los avances en biología molecular.
En SUALAB, la detección temprana mediante técnicas validadas —como la RT-PCR— permite ofrecer resultados fiables y contribuir a una respuesta clínica rápida y eficaz.
Cuidar la calidad analítica y mantener la vigilancia constante es la mejor manera de proteger la salud de la población y prevenir brotes estacionales.

